Autor: Territorio

La empresa cementera trasnacional Apasco, ubicada en la comunidad de Caleras, municipio de Tecomán, solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la renovación de su autorización en materia de impacto ambiental, después de alrededor de 25 años de operar en esa región.

Esta renovación es para la etapa de operación y mantenimiento de esa planta cementera que se encuentra en operación actualmente, y que cuenta con una capacidad de producción instalada de 3 millones 200 mil toneladas de cemento al año.

El predio sobre el que se ubica tiene una superficie total de 95 hectáreas propiedad de la empresa, de las cuales el proyecto ocupa actualmente 38.42 hectáreas, por lo que no se pretende la ampliación de superficie ni de producción.

De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental, no se requiere construcción de infraestructura de servicios urbanos. Por tratarse de una instalación en operación, cuenta con todos los servicios requeridos, como son vías de comunicación, acceso directo desde la carretera estatal derivada de la federal 110, energía eléctrica trifásica y bifásica, agua potable, drenaje sanitario y pluvial, comunicaciones telefónicas, Internet, radio, planta de tratamiento de aguas residuales de uso doméstico entre otros.

En las conclusiones del estudio se establece que no obstante que el desarrollo del proyecto genera afectaciones al medio ambiente en el sitio del mismo, existen medidas de prevención y mitigación, que al ser implementadas por el promovente reducen o mitigan en gran medida dichas afectaciones, razón por la cual “consideramos que el proyecto es viable de realizarse en las condiciones técnicas presentadas y no se contrapone con los ordenamientos aplicables al mismo”.

Conforme al pronóstico de escenario que se pretende alcanzar mediante la aplicación de las medidas de prevención, mitigación, control, y en su caso de corrección, que estén encaminadas a eliminar o disminuir los efectos de los impactos ambientales negativos que se generan actualmente por la Operación y Mantenimiento de la Planta Tecomán, “es necesario seguir manteniendo, y en su caso, mejorar en la medida de lo posible, las acciones que ya se realizan para que la operación de la Planta antes mencionada no genere alteraciones considerables al ambiente”.

El documento indica que el sitio donde se encuentra instalada la Planta Tecomán es agrícola con uso industrial actualmente, ello, según lo dispuesto por el Programa de Desarrollo Urbano (DTU) de la Ciudad de Tecomán, Colima.

“Es evidente que su Operación y Mantenimiento no afectan a la flora, a la fauna, y al recurso acuático del mismo, al no requerirse cambio de uso del suelo forestal para su Etapa de Operación”.

Así mismo, la Planta Tecomán, actualmente para su operación, cuenta con los mejores equipos para la producción de cemento; tiene instaurados sistemas de control, prevención y mitigación de impactos ambientales para sus procesos; cuenta con las autorizaciones correspondientes al manejo y uso sustentable y adecuado de agua, de residuos y combustibles; y su personal está altamente capacitado y especializado.

Por lo anteriormente señalado, dice la MIA, “estamos convencidos de que las medidas de prevención, de mitigación y de control señaladas en este estudio,

así como las que tenga a bien dictar la autoridad competente, en caso de autorizar el presente proyecto, permitirán mantener al mínimo nivel los posibles impactos negativos que se generan actualmente en la Planta Tecomán”.

Los efectos residuales se pueden considerar que son de muy reducida escala y casi imperceptibles, ya que no representan elementos que intensifiquen los procesos de degradación en el ecosistema del sitio del proyecto y no tienen influencia en el Sistema Ambiental, agrega.

La alta eficiencia que la actual Planta Tecomán tiene en los equipos utilizados en el proceso de fabricación de cemento, sumado al eficiente manejo de combustibles convencionales y no convencionales (producto del reciclado de residuos peligrosos) permiten la reducción de espacios especializados para la disposición de residuos peligrosos, la disminución de consumo de combustibles convencionales y la consecuente disminución de emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo a mejorar los niveles socioeconómicos de la región.

Puntualiza que con el desarrollo del proyecto no se generarán afectaciones al Sistema Ambiental, ya que dicho proyecto es puntual, se ubica en suelo industrial con uso potencial agrícola y cuenta con medidas, preventivas, de mitigación y de control de impactos consolidadas desde su puesta en marcha en 1992 y 1994.

En el sitio del proyecto, las principales afectaciones al ambiente son la contaminación a la atmósfera con partículas de polvo, gases y ruidos generados por la operación de la planta (procesos de producción de cemento, equipos y vehículos en tránsito); la contaminación del agua por acciones de limpieza o lavado de equipo productor de cemento y las aguas residuales de las áreas administrativas y de servicios, así como por la actividad de mantenimiento de la plantilla de vehículos de

la Planta Tecomán; además de la posible contaminación que pudiera darse al suelo con residuos peligrosos derivados de alguna contingencia ambiental que pudiera afectarlo.

No obstante, el Sistema Ambiental Biótico (flora, fauna, hábitats, entre otros) no se verá afectado, ya que no se llevará a cabo remoción de vegetación y actualmente el área de la Planta Tecomán está debidamente delimitada, cercada y en operaciones desde 1992 y 1994. Las afectaciones a dicho componente se dieron en su momento, autorizados por la autoridad competente.

Por lo tanto, establece el documento de la MIA, para el desarrollo del proyecto se pronostica que no generará desequilibrios ecológicos que provoquen daños permanentes al ambiente o que pudieran afectar al desarrollo de las poblaciones humanas establecidas dentro del área de influencia del proyecto.

 

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