AYER GOOGLE DEDICÓ SU DOODLE A VIRGINIA WOLF

Mayahuel Hurtado Ortiz

Desde este espacio siempre he defendido al género femenino, siempre he apoyado sus luchas, celebrado sus conquistas, señalado los abusos y fijado la postura de que el Mundo desde la participación política, empresarial, en el contexto profesional, social, artístico y deportivo, debe considerar la importancia de la participación de la mujer en igualdad de proporción a la del hombre.
Pero además he sido enfática al decir que las voces femeninas y aquellas que se llaman defensoras de los derechos de la mujer, no sólo deben conformarse con repetir ciertos conceptos que aprendieron en un taller y replican a otras; el representar a las mujeres en los medios de comunicación, requiere de gente preparada no sólo para atender a un grupo de mujeres que buscan ser orientadas y empoderadas, requieren además que quienes lideran los esfuerzos de las causas femeninas sean personas con un bagaje cultural y conocimiento de las diferentes causas y movimientos que hoy nos llevaron a miles de mujeres a tomar la bandera y defender nuestro legítimo derecho a ser, pensar, vivir, decidir, a ser respetadas y a tener igualdad de oportunidades.
Pero eso no lo es todo, requiere de liderazgos que hayan sido capaces de superar situaciones muy críticas, para que puedan darle fortaleza y seguridad a otras, para que puedan conducirlas por el camino correcto y lograr así una preparación para vivir de verdad un empoderamiento.
El mundo femenino requiere líderes que entiendan porqué sufre una mujer víctima de violencia doméstica, entendiéndola en todas sus dimensiones, ya que es muy diferente ser una líder preparada, que una sobreviviente que alienta a otras a salir del abismo; a una persona que leyó en un libro o manual de psicología lo que significa eso.
La sociedad requiere de funcionarias al servicio de la mujer con sensibilidad para atender sus problemáticas, sus inquietudes y apoyar durante el proceso para darle la confianza de que eso es lo que se necesita. Pero también requiere de personas que atienden en las oficinas de los diferentes niveles de gobierno que indistintamente el sexo, estén sensibilizados en temas de la mujer.
Se necesitan líderes, se necesitan símbolos, se requiere educar a las mujeres y darles a conocer testimonios y datos históricos que hoy hacen posible que avancemos en la lucha de nuestros derechos. Cada personaje que fue determinante para que los movimientos femeninos hoy sean una conquista, deben ser conocidos por todas las mujeres.
Por eso hoy hablaré de Virginia Wolf, que es una de las figuras literarias más importantes del Siglo XX. Escritora británica, nacida en Londres en 1882 con el nombre Adeline Virginia Stephen, también es una de las voces más influyentes del feminismo moderno gracias a sus textos.
Se suicidó el 28 de marzo de 1941, tiene entre su obra títulos como “La señora Dalloway”, “Al faro”, “Orlando” y “Las olas”. Este jueves se cumplió el 136º aniversario del nacimiento de Virginia Woolf, por lo que Google la homenajeó con un doodle.
En su obra literaria, una habitación propia escrita en 1929 y con su famosa sentencia “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”, le valió la inmortalidad en el mundo de las letras, pero algo más, marcó pautas en los movimientos feministas, que tras ser redescubierta durante la década de los 70’s, fue gracias a este ensayo que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura.
Otra de las grandes aportaciones de la escritora británica fue el dominio de la técnica del monólogo interior, también llamada “el fluir de la conciencia”. Esta forma de escribir, con influencias freudianas, consiste en volcar directamente en el papel las cavilaciones de los personajes.
En “La señora Dalloway” (1925), este recurso brilla con especial intensidad. Como el pensamiento, la escritura se volvía caótica pero directa, saltando de una idea a otra, siguiendo los hilos de preocupaciones e ilusiones. Era una aproximación sin tapujos a lo más íntimo de los personajes.
Al final de la vida de Virginia Woolf, su depresión se agravó con varios sucesos, como el estallido de la Segunda Guerra Mundial o la mala acogida de uno de sus libros, hasta que se suicidó. La autora se llenó los bolsillos del abrigo con piedras y se tiró al río Ouse, cerca de su casa en la localidad de Sussex, en Inglaterra.
Antes de suicidarse, dejó una nota a su marido, el periodista y editor Leonard Woolf. «Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible», empieza la carta que en su contenido expresa su amor incondicional hacia su marido.
Para finalizar, debo comentarle a usted, amable lector, lectora, que las obras de Virginia Woolf se han representado en teatros, filmado en películas y debatido en ensayos. Y su influencia es tal que ha inspirado a generaciones posteriores de autores, así como muchos otros libros y filmes. Elementos valiosos que hacen de esta mujer un ícono del feminismo digno de conocer

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