La Panga

Autor: Mayahuel Hurtado Ortiz.

El sensacionalismo es la tendencia a presentar las noticias de modo que produzcan sensación, emoción o impresión. No importa para algunos comunicadores “a costa de qué”, pero es importante generar un universo de caos o shock social para intentar pasar a las 10 noticias más importantes del año. Y eso querido lector, lectora, es lo que de unos años a la fecha estamos viendo que se practica acentuadamente en los medios.
Aquí aplica el dicho que decía mi abuela “a quien le quede el saco, que se lo ponga”; esta tendencia se puede dar en cualquier medio, llámese televisión, radio, por internet y ahora en la nueva modalidad: Redes sociales.
Actualmente algunos noticieros han tenido un desgaste tal, que pierden la escaleta del programa y cambian a la modalidad de reality show; algunos “opinan” y destrozan con datos crudos y manejados, a los funcionarios, empresarios, líderes o gente de la farándula.
Siguiendo con el orden de ideas, hay programas donde se muestra la forma exagerada de acorralar al entrevistado para hacerlo errar cuando se encuentra al aire o en entrevista en lugares abiertos. El grado de presión al estar declarando frente a una cámara, micrófono o grabadora, es tal que puede llevarlos a cambiar palabras, e incluso a soltar información como consecuencia de la pregunta intencionada que trae tintes sensacionalistas, o en el caso más delicado, raya en el amarillismo y en la exposición al repudio de alguna persona, sea funcionario, famoso o político.
Cada segundo en vivo trae para el entrevistado un choque de datos que tiene que procesar a una velocidad tal, que no vaya a omitir algo importante, porque para eso se acuerda una entrevista, en donde el entrevistador trae su cuestionario, pero en donde el entrevistado tiene sus propias necesidades de expresar sus ideas o información que necesita llegue a miles de personas.
Estamos en un tiempo en donde la información fluye a velocidad inimaginable y más complicada aún, en la web queda constancia para que ese contenido sea compartido y visto miles e incluso millones de veces. Es ahí donde entra la parte responsable de la comunicación, y entiendo perfectamente la parte de querer ganarse “la primicia”, yo también he vivido esa experiencia, incluso me he apasionado, pero existen límites, en donde mi derecho a preguntar e informar termina en donde esa información pueda lastimar el humor social o producir un shock en la ciudadanía.
Por fortuna son muchos más los comunicadores que todos los días emiten información veraz y oportuna, incluso con datos duros, con crítica severa, pero lo hacen de una forma tan ética y responsable que al manejar el tratamiento de la información generan reflexión e interés.
Los medios de comunicación desde siempre han jugado un papel muy importante en la construcción y transformación social, y hay que decir que las noticias deben difundirse, pero nunca deberá darse relevancia a un hecho sin trascendencia, nunca se debe falsear o direccionar datos, resaltar el morbo, incentivar la violencia o banalizar la vida social.
Otro de los problemas que enfrentan los medios de comunicación es tener que lidiar todos los días con personas que por el hecho de tener una FanPage, cuenta en Facebook, teléfono celular, puede estar subiendo información sin la mínima noción de lo que conlleva el tratamiento y seguimiento de un tema. Es una verdad y un derecho la libertad de expresión, pero el periodismo tiene otro nivel de exigencias.
Comunicar es un verdadero arte, la información es poder, que se utilicen ambos para edificar desde lo importante del cuarto poder, un mejor Colima, pero sobre todo, una mejor nación. Reitero mi reconocimiento a quienes hacen lo posible y hasta lo imposible para que la información se difunda.

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