La Panga

Autor: Mayahuel Hurtado Ortiz

No es un hecho esporádico, ni tampoco una ocurrencia, el festejo del Día Internacional de la Mujer tiene una historia bastante larga. Se dice que desde los tiempos de los sabios griegos, las mujeres protestaban afuera de las ciudades mientras los hombres en el anfiteatro tomaban decisiones; sin embargo, no eran tomadas en cuenta; antes, los reyes o integrantes del ejército podían tener varias mujeres que tomaban como “premios de guerra”; es decir, cuando un pueblo era dominado, los monarcas, comandantes y soldados tenían derecho no solo a poseer tierras, sino que además podían tomar a las mujeres.
Otras terminaban siendo esclavas y eran integradas a las casas como parte de la servidumbre, pero en el caso de los monarcas, tomar a una reina, princesa o doncella, era para llevarla a vivir a palacio sin importar la afrenta para la esposa, esta nueva cautiva asumía el rol de segunda, tercera, cuarta esposa, pues el número dependía en gran medida de los pueblos dominados y mantener el linaje cautivo, resultaba un hecho que despertaba la admiración y respeto por otros pueblos. Los grandes señores no se conformaban con una, sino con cuanta mujer desearan esclavizar, con ellas tenían hijos y sin leyes ni castigo por tales abusos, estas costumbres prevalecieron por siglos.
Analicemos la línea del tiempo y nos situaremos en plena Revolución Industrial: El 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras textiles decidió salir a las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones laborales. Sería una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos y sucesos se sucedieron a partir de ese episodio, que sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer.
El 28 de febrero de 1909, NY y Chicago ya habían acogido un acto que bautizaron con el nombre de Día de la Mujer, organizado por destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt.
En Europa, fue en 1910 durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Como consecuencia de esa cumbre, en el mes de marzo de 1911 se celebró por primera vez el Día de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se organizaron mítines en los que las mujeres reclamaron derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Otro capítulo cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Shirtwaist de NY. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de origen judío e italiano, donde predominaban las edades de 14 y 23 años. Según el informe, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela fue el origen del incendio. Los trabajadores no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos.
La celebración se fue ampliando progresivamente a más países. Rusia adoptó el Día de la Mujer tras la Revolución de 1917; las mujeres salieron a las calles para exigir pan y paz, y se declararon en huelga junto a miles de obreros. Le siguieron muchos países.
Desde que en 1977 la ONU celebrara oficialmente el primer Día Internacional de la Mujer, cada 8 de marzo millones de mujeres de todo el Mundo salen a la calle para hacer un llamamiento hacia la igualdad de género.
En México se han realizado diferentes marchas de unos cinco años a la fecha que protestan por los derechos de la mujer, pero también hay que decirlo, en este marco, en todo el país se conmemora con cientos de actividades en diferentes puntos en donde participan miles de mujeres.
Este año, además, es una fecha señalada especialmente en rojo, ya que se ha organizado la primera huelga internacional de mujeres. El movimiento, bajo el nombre de Paro Internacional de Mujeres, PIM por sus siglas, tiene convocatorias en todo el mundo, incluido en Latinoamérica. En México, el movimiento PIM 2018 llama a las mujeres a hacer huelga para denunciar «la discriminación que sufre la mujer social e institucionalmente» y la «inacción del Gobierno ante los casos de feminicidios».
Por eso es muy importante conocer los orígenes de este día tan importante para la lucha de los derechos de la mujer, no todas son historias color rosa o de listones morados, existen algunas naranjas, refiriéndome al color que simboliza la violencia contra la mujer, y ahora las rojas, del movimiento PIM que en todo el mundo está causando revuelo.
La lucha es larga, y el trabajo es mucho, se requieren más que talleres para que nos enseñen a utilizar un taladro, a realizar una conexión eléctrica, porque eso me ayuda en mi vida independiente, pero no me empodera como mujer; lo mismo aplica para los talleres que te dicen píntate así o arréglate así, eso mejora momentáneamente la imagen, pero no empodera a la mujer; las conferencias deben ser más enérgicas e incitadoras para que la mujer se decida a salir y primero tomar el control de su vida, de ahí iniciar un camino rumbo al empoderamiento.
Por último, las funcionarias que están encargadas de representar y proteger a las mujeres, deben actuar de manera inmediata, con eficacia y eficiencia ante cualquier caso en que una mujer manifieste que está siendo objeto de violencia de género. El actuar debe ser pulcro, sin obedecer a amiguismos, simpatías o tratos preferenciales. Algo importante: Facebook debe dejar de ser un foro de lucimiento personal, para merolicas que se adjudican luchas en pro de las mujeres, para eso están los encargados de la aplicación de las leyes.
Este año, Google se ha sumado a la celebración con un doodle. Súmese usted, amable lector, lectora, a esta causa.

 

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