Los candados que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene en sus estatutos para seleccionar al candidato presidencial anticipan una confrontación entre la militancia, que se prepara para su 22 Asamblea Nacional el próximo 12 de agosto.

El artículo 166 de los estatutos define los requisitos para ser aspirante presidencial: tener mínimo 10 años de militancia y contar con el apoyo de todos los sectores del partido, pero no contempla que un simpatizante o externo pueda ser el abanderado al Ejecutivo federal bajo estos criterios.

El grupo disidente afirma que los candidatos deben ser electos por la militancia, no por «acuerdos de unidad», y piden piso parejo tanto para militantes como para externos.

El líder del PRI, Enrique Ochoa, y el diputado César Camacho han manifestado la posibilidad de que el tricolor se abra a una candidatura externa o ciudadana para 2018.

«Quizá algunos priistas en lo individual (puedan salirse del partido), pero no grupos grandes. Salvo el caso de que uno de los grupos importantes se imponga», advierte el politólogo Vidal Romero.

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